¡Seguimos de celebración..!
Las prisas no son buenas consejeras, lo se de sobra, aún así con el tiempo justo me decidí por esta tarta, que poco tiene que ver con la original, por eso ni pongo el enlace ni nada, como se suele decir...."a veces las comparaciones son odiosas", y en este caso se cumple al 100%, y como no le hace justicia pues dejo la inspiración en el anonimato. A pesar de todo el resultado ha sido más o menos aceptable, quedaría perfeccionar las capas para que quedasen más rectas, esperar un poco entre capa y capa para que cuajase un poco y dejar la capa de solo chocolate para la del medio, pero claro es lo que tiene hacer una tarta con prisas a ultima hora de la noche... :(
Otro año más estoy de cumple, ya es "duro" recordar el tiempo que tienen ciertas películas o canciones de cuando uno empezaba a salir, o darte cuenta que tienes casi la misma edad que tu madre cuando conociste a tu marido, o ver como le dices a tu hijo de 12 años las mismas cosas que te decían a ti tus padres, jeje...... Pero lo realmente importante es estar aquí, disfrutar de los que te rodean y no desaprovechar la vida, porque aunque de eso solo nos acordamos cuando "vienen mal dadas"......la vida puede cambiar en un instante y ya no hay vuelta atrás. Por eso me alegro de cumplir años, de estar con los mios y de estar como estoy, porque aunque me haría falta alguna cosilla más para estar "de 10", no lo cambiaría por lo que tengo......¡sí...aunque me queje! ;)
Unos pequeños detalles antes de empezar, en Córdoba ya estamos a más de 30º, esto es una locura si tenemos en cuenta que estamos a mediados de mayo, quien haya trabajado con chocolate sabe de lo que hablo, ahora mismo es imposible cortar una onza de chocolate, las tabletas se doblan y se deshacen en tus manos, por eso los tiempos de enfriado y los métodos para esta tarta son orientativos. Por ejemplo, para rallar el chocolate me ha venido genial que esté así medio blando, y para fundirlo apenas he necesitado tiempo en el microondas. Y para enfriar los bordes he tenido que sufrir un poco ya que era casi misión imposible, a pesar de todo, el resultado ha sido buenísimo de sabor, no tan perfecto como yo querría estéticamente pero en fin....¡no se puede tener todo!.
Ingredientes
(tarta de 18 cm para 6 personas)
Bizcocho:
3 huevos L
1 yogur griego
1 medida de yogur de aceite
2 medidas de yogur de azúcar
3 medidas de yogur de harina
1 sobre de gasificante en polvo para repostería
ralladura de 1 limón
Crema de Chocolate Blanco:
10gr de gelatina
250gr de yogur griego azucarado
300gr de chocolate blanco
300gr de nata para montar
Capa Frambuesa:
300gr de mermelada de frambuesa
5gr de gelatina
Almíbar:
100ml de agua
100gr de azúcar
piel de medio limón
Decoración:
225gr de chocolate blanco para los laterales
50gr de chocolate blanco rallado
50gr de chocolate blanco teñido en rojo rallado
Preparación
La preparación es la misma que para
los otros bizcochos, es bueno batir muy bien los huevos o montar las
claras e incorporarlas poco a poco a la masa. Luego molde bien engrasado
y horno como acostumbréis, cada horno es un mundo, pero aprox. a 175º
30-40 minutos, dependiendo también del molde y de la altura de la tarta.
Preparar
el almíbar, no es necesario que quede muy espeso, con unos 5 minutos
será suficiente, es para empapar un poco el bizcocho. Una vez que el
bizcocho esté frío, lo cortamos en 4 partes, así obtendremos tres capas
de relleno.
Para preparar la capa de chocolate blanco, calentamos un poco la nata y disolvemos en ella el chocolate blanco, reservamos y dejamos enfriar. Mientras, vamos poniendo la gelatina en remojo en un cuenco con un poquito de agua, con unos 5 minutos serán suficientes. Escurrimos bien y deshacemos en una cucharadita de leche caliente, incorporamos a la nata con chocolate que ya estará tibia y removemos bien. Cuando la crema ya esté fría, añadimos los yogures y mezclamos bien para que nos quede una crema fina.
Para preparar la capa de frambuesa, ponemos en agua la gelatina durante 5 minutos, y mientras calentamos un poco la mermelada, escurrimos la gelatina y la echamos en la mermelada removiendo hasta que esté completamente disuelta.
Para montar la tarta, utilizaremos un molde desmontable, yo lo forré con papel de horno para que el desmoldado quedase perfecto y también porque al final la tarta era más alta que el molde. Pongo el orden paso por paso para que quede más claro, aunque ahora que la he probado, cambiaría la segunda capa por la 4ª y la 5ª:
1º Capa de bizcocho calada con almíbar
2º capa de crema de chocolate
3º capa de bizcocho calada en almíbar
4º capa de frambuesa
5º capa de crema de chocolate
6º capa de bizcocho calada en almíbar
7º capa de frambuesa
8º capa de crema de chocolate
9º capa de bizcocho calada en almíbar
10ºcapa de crema de chocolate
Por último dejamos enfriar en la nevera para que cuaje durante al menos 5 ó 6 horas, yo la tuve toda la noche.
Para hacer el borde de la tarta, cortamos una tira de papel de horno del largo del borde de la tarta y un poco más ancha de la altura de la tarta. Fundimos el chocolate blanco y con una cuchara lo estiramos sobre las tiras de papel, yo corté en dos la tira porque quería enfriarla en la nevera y no me cabía. Dejamos enfriar un poco, lo justo para que esté algo firme y pero aún así podamos "pegarla" a la tarta. Desmoldamos la tarta y rodeamos con uno de los bordes de chocolate blanco presionado un poco para que se queden, volvemos a llevar a la nevera para que enfríe por completo. Sacamos de la nevera, despegamos el papel y pegamos el resto del borde de la tarta, la metemos otra vez en la nevera y repetimos el proceso.
Justo antes de servir, sacar de la nevera y con cuidado despegar el papel de horno del borde de la tarta, repartir por encima el chocolate rallado para adornar y servir fresquita.