¡Me encanta que las recetas no se ajusten a la realidad....!
Sigo probando cosas nuevas, la idea en cuestión era hacer unas galletas normalitas, un poco crujientes, me hubiese conformado con que saliesen algo duritas, busca que te busca encuentro una receta en un blog extranjero que tenía algo parecido a lo que yo quería.....¡o eso creía yo!.
No merece la pena que ponga el nombre del blog, ya que ante "el momento de pánico" tuve que añadir más y más harina hasta conseguir ......¡Mis bizcochitos o galletas blandas!...Me pregunto porque la gente se molesta en poner en un blog recetas que no salen bien......, en fin...., menos mal que hacía la mitad de las cantidades, si no tengo galletas para 1 año.....
Al final el resultado ha sido bueno, unas "galletas" esponjosas bastante ricas, me recuerda mucho a las galletas de Navidad, con ese marcado sabor a especias, no es exactamente lo que quería, pero he comprobado que casi todas las preparaciones con calabaza van acompañadas de un montón de especias.....
Ingredientes
(40 unidades)
235gr de harina
1/2 cucharadita de levadura
1/4 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de canela
1/4 cucharadita de nuez moscada
1/4 cucharadita de jengibre en polvo
112gr de mantequilla sin sal
130gr de calabaza
1 huevo mediano
Glaseado:
Azúcar glas
Agua
Preparación
Lo primero que haremos será cocer/asar la calabaza, yo asé más cantidad durante 30 minutos a 100º, pero se puede cocer en agua o incluso en el microondas.
Batimos todos los ingredientes con la batidora, ahí fue cuando me dí cuenta que algo no iba bien con la receta, incluso me planteé hacer creps. Aunque añadí más harina, la masa queda blandita, estuve tentada de ponerla en cápsulas de magdalenas, pero como iba a usar el horno pequeño, probé con la primera tanda.
Depositamos cantidades con una cucharilla de postre encima de una bandeja con silpat, intentando que queden lo más redonditas posibles. Precalentamos el horno a 180º y horneamos durante 7 u 8 minutos dependiendo del horno. Dejamos enfriar en una rejilla antes de ponerle el glaseado.
Para hacer el glaseado mezclamos azúcar glas con un poquito de agua hasta que tenga una consistencia espesa, algo parecido a la pasta de dientes. Llenamos una manga con boquilla o una bolsa de congelar y le cortamos un poquito una esquina. Dibujamos unas lineas de glaseado encima de cada galleta.