¡El resultado de un mes de cavilaciones......!
No miento si digo que llevo casi 1 mes dándole vueltas a esta receta, porque quería hacer algo diferente con estos caramelos. No es que no me guste la tarta mousse de violetas, pero ya está tan vista que me apetecía presentarla de otra forma.
Aunque no lo pongo en la lista de ingredientes el más importante para hacer estas bolitas es "la paciencia", son un poco trabajosas de hacer más que nada porque es bastante difícil darle forma a la crema de queso, pero como una es Tauro y estaba empeñada en que saliese, por un día, puse kilos y kilos de paciencia y al final lo conseguí.....
Ingredientes
(12 bolitas)
Gelatina de Violeta:
25gr de caramelos de violeta
35gr de agua
1 hoja de gelatina
Crema de Queso:
25gr de mantequilla sin sal
5 galletas María dorada
150gr de queso tipo philadelphia
30gr de caramelos de violeta picados
10gr de azúcar
Rebozar:
4 galletas María dorada molidas
Preparación:
Lo primero que haremos es la gelatina de violeta, para ello ponemos a remojar la gelatina cortada en trozos en un bol con agua. Ponemos al fuego los caramelos con el agua hasta que se disuelvan por completo. Retiramos del fuego y añadimos la gelatina escurrida, removemos bien hasta que se deshaga toda la gelatina y echamos en un tupper cuadrado pequeño, lo justo para que nos salgan cuadraditos del tamaño de un garbanzo. Dejamos enfriar hasta que cuaje por completo, cuando esté lista la cortamos en trocitos y reservamos.
Para la crema lo primero que haremos es fundir la mantequilla y mezclar con las galletas como si fuésemos a hacer una base para una tarta. Lo dejamos en la nevera un rato hasta que enfríe y justo antes de usarla lo desmenuzamos con los dedos, no importa que nos queden trocitos pequeños, la idea es encontrar algún trocito y que la crema de queso ligue un poco más gracias a las galletas.
En un bol, mezclamos el queso, el azúcar, los caramelos y la galleta con mantequilla. Para romper los caramelos yo usé un mortero, tengo el del Ikea, sí ese que es negro que puede ser utilizado como arma arrojadiza en un momento de crisis, el mismo, pues que sepais que pesa solo el cuenco pesa 1 kilo y medio, como te caiga en un pie te apaña fijo. Pues a lo que iba, lo machaqué hasta dejar trocitos pequeños y parte en polvo y quedó perfecto.
Una vez lista la masa, empiezan "los problemas", hay que darle forma, primero nevera, lo saqué y estaba casi igual, ahí fue el momento "lo tiro a la basura", pero por causas que aún no entiendo, tuve un momento de lucidez y conseguí contenerme. Con una cucharita, como pude fui cogiendo un poquito de la crema puse el trozo de gelatina en medio y lo cubrí con otra cucharita con un poco de crema, tapando la gelatina y con cuidado lo deposité en un plato que había forrado con papel film. Cuando acabé tenía claro que si quería rebozarlas había que idear algo. Entonces, las metí al congelador directamente durante media hora.
Una vez pasado ese tiempo, ya se podían controlar, eso sí me hubiese gustado que quedasen más redonditas pero como llevaban la gelatina sólida dentro, no quise tentar a la suerte y me conformé con que no estuviesen perfectas. Las fuí rebozando con la galleta molida y la dejé en la nevera hasta el momento de servir.
Conclusiones: Aunque yo sea un poco dramática, no es pa tanto, lo que pasa es lo de siempre, mi problema con la paciencia, jaja. Y aseguro que merece la pena, porque a parte de que es original están muy buenas, creo que quizás algún día las vuelva a hacer......
Fuente: Yo misma